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Las madrastras jóvenes siempre son acosadas por sus hijastros. Aquí está el tipo parado sobre sus tetas. Creo que le está poniendo la polla por todas partes donde la coge. Así que nunca hay un momento que pase desapercibido. Y a ella tampoco parece importarle.
¡La experiencia demuestra que las damas juegan sólo para tener una excusa plausible para tener sexo! Como se dice: ¡lleno y sin pecado! Por cierto, el cuerpo de la señora no es muy impresionante, pero las tetas son realmente geniales. Me gustaría conducir entre ellos con placer.
No es tanto sus grandes tetas lo que me excita, sino la forma en que engulle el jugoso pene de un deportista.
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